El Greenkeeper en los campos de golf

Los campos de golf en sus orígenes no disponían de responsables de mantenimiento cualificados para tal cometido. Esta situación se mantuvo así durante muchos años, hasta que el golf comenzó a tomar auge y se vio en la necesidad de perfeccionar la formación de dichos trabajadores.

La creación de campos de golf, esencialmente comerciales, produjo un cambio radical, que conllevó a exigir unos conocimientos y responsabilidades específicos necesarios para el cuidado y el mantenimiento de estos campos.

La evolución que los “Greenkeepers” ha tenido en las últimas décadas, se debe a la formación y a la mayor profesionalización. La ampliación de sus tareas (presupuestos, comunicación con socios y distribuidores, elección y coordinación del personal de mantenimiento, impacto medioambiental, etc.) les ha obligado a reinventarse con el paso del tiempo.

Jaime Ortiz-Patiño, uno de los mayores promotores del golf en España, fue el principal precursor de esta profesión. Les dio visibilidad y demostró al resto de la sociedad que se trataba de un trabajo vital para el crecimiento de este deporte en nuestro país.

El surgimiento de la AEdG (Asociación Española de Técnicos de Mantenimiento de Campos de Golf) se produjo en 1982, cuando por fin se logra constituir de manera oficial, quedando así consolidado el colectivo de esta desconocida profesión.

Los principales objetivos de la AEdG son agrupar a todos los profesionales técnicos y entidades relacionados con la construcción y el mantenimiento de campos de golf y otras superficies deportivas; avanzar en los conocimientos sobre el mantenimiento de superficies deportivas de césped; la información continua de los asociados, actualización de sus conocimientos en relación con las nuevas tecnologías aplicadas al mantenimiento y los aspectos medioambientales relacionados; fomentar el intercambio de experiencias entre asociados y la divulgación técnica.

En la actualidad, el perfil del Greenkeeper es muy variado, abarcando desde ingenieros técnicos agrónomos hasta personas autodidactas, instruidas por sus propios medios y con muchos años de experiencia a sus espaldas.

A día de hoy, se aprecia cada vez mayor tendencia hacia un perfil con formación más especializada, debido a la complejidad que conlleva desempeñar el puesto de Greenkeeper.

En resumidas cuentas, estos profesionales se encargan de la dirección técnica de todas las operaciones que tienen lugar en los campos, pero eso sí, teniendo siempre presente una de sus mayores prioridades: la gestión medioambiental.

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